Estar en República Dominicana y
pasar un día viendo cuevas prehistóricas con pinturas rupestres tahínas y
acabar bañándote en unas piscinas naturales en la Cordillera Central puede
parecer raro, pero ha sido un día que si lo planeamos no nos sale así.
Señal que República Dominicana es mucho mas
que resorts. Playas tiene muchas pero hay una parte del país, al Oeste de Santo
Domingo que es prácticamente desconocida. Al oeste de la capital la vida no se
desarrolla al ritmo del turismo sino al ritmo que marca la
vida dominicana.
Tan desconocida es que Las Cuevas
de Pomier, a las que decidimos ir porque nos llamó la atención que hubiese
cuevas prehistóricas en el Caribe y que casi no se resaltaban en la Lonely
Planet, han sido algo complicadas de localizar. Sin apenas indicaciones hemos acabado, literalmente, en medio de una mina a cielo abierto y finalmente nos ha acabado guiando un chaval en motoconcho (motocicleta), propina incluida.
La Reserva Antropológia de Pomier
es un conjunto de 57 cuevas con pinturas ruprestres tahinas, las hay horizontales y verticales, para descender en rappel, pero el público general solo puede acceder a 4. Un guia muy amable nos ha llevado por el interior de la cueva 1, linterna en mano, iluminando tanto pinturas como murciélagos. Una República Dominicana verdaderamente diferente.
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Pinturas rupestres en las Cuevas de Pomier |
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Pinturas rupestres en las Cuevas de Pomier |
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Mina cerca de las Cuevas de Pomier |
Nuestra ruta por el país nos está
llevando hacia el Oeste, a la Península de Pedernales. Como llegar a Barahona
nos parecía mucho viajando desde Santo Domingo, hemos decidido hacer un alto en San José de Ocoa y recorrer
la carretera de Baní a Ocoa para ver el paisaje de montaña y de mangos. Una
lástima que la carretera estaba en obras y ha sido un poco incómodo recorrerla pero sin duda lo que nos esperaba bien lo merecía.
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Carretera Baní-San José de Ocoa |
A lo que nos hemos dado cuenta nos habíamos pasado el pueblo de
Ocoa sin ver señales de alojamiento en la
carretera y cuando ya estábamos pensando en darnos la vuelta porque la
carretera era pista ya y no se veía nada, hemos llegado a
Casa Conrado B&B, un sencillo
alojamiento regentado por un austriaco en pleno
río Nizao. Konrad
, nos ha llevado a
bañarnos a unas piscinas naturales y como no tenía nada para cenar porque
normalmente le llaman para preguntar si hay alojamientos, nos ha hecho pasta con vegetales.
Lástima no haber podido
hacer fotos de las piscinas pero es que hemos tenido que cruzar el río metidos
hasta casi la cintura, había mucha corriente y la cámara peligraba.
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Casa Conrado y nuestro Hundai i10 |
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Río Nizao |
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Río Nizao |
Esta zona bien merece una incursión más a fondo sobre todo para pasar unos días haciendo rafting, trecking o montar a caballo por la cordillera central. Nosotros no hemos podido seguir más por la carretera, nuestro Hundai i10 no está hecho para este tipo de caminos así que hemos vuelto a bajar a la autopista de la costa para poner camino hacia Bahía de las Águilas y verla con nuestros propios ojos. Informaremos
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Desayuno dominicano: Mangú |
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Colmado en Las Avispas |
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