10 de agosto de 2013

República Dominicana: El secreto mejor guardado

Después de algunos días volvemos a la carga.

En nuestra ruta por República Dominicana, dejamos atrás Bahía de las Águilas en el extremo occidental de la isla, en la frontera con Haití, y ponemos rumbo hacia la costa norte.

Han sido unas largas jornadas de carretera, no por ser muchos los km recorridos sino por el mal estado en el que se encuentran algunas carreteras, el excesivo tráfico que hay,sobre todo de motoconchos, y la mala circulación de los dominicanos.

Volvimos a hacer escala en Santo Domingo para luego tomar la autopista del interior que lleva al norte. En este trayecto, hicimos una parada en Santiago de los Caballeros, la segunda ciudad del país, y descubrimos una parte de República Dominicana bien diferente, sin playas, el Valle del Cibao donde se agradece el fresco de la montaña.

Valle del Cibao-Santiago de los Caballeros

Vistas desde el Molino de la Cumbre

En la carretera que tomamos para llegar a la costa norte de Moca a Cabarete descubrimos el Molino de la Cumbre un lugar muy recomendable para hacer un alto, beber y comer algo y disfrutar de las magníficas vistas del valle del Cibao y de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Nosotros cenamos en el Molino (buena comida y servicio) porque nos alojamos en un hotel que estaba unos metros más arriba en plena montaña, el Hotel Rim Mountain y lo que se planeó como una estupenda noche en la montaña se convirtió en una noche de karaoke salsero y desafinado de un grupo de dominicanos que estaban alojados haciendo un curso. ¿Pero en qué cabeza cabe poner el karaoke en el hueco de la escalera de acceso a las habitaciones? Imaginaros la nochecita que pasamos.

Ya en la costa norte, nos alojamos en Cabarete (Hotel Kaoba) por recomendación de Conrad, el austriaco propietario del B&B en el que nos alojamos en San José de Ocoa. Cabarete era una antigua aldea de granjeros que se ha convertido en la capital del windsurf, kitesurfing del país y lo elegimos porque es más pequeña y tranquila que sus vecinas Sosúa y Puerto Plata a pesar que nos han contado que el turismo por esa zona ha bajado mucho.

Playa de Cabarete
Desde Cabarete descubrimos quizá, el secreto mejor guardado de República Dominicana. En mi búsqueda de información sobre el país antes de viajar leí algo sobre los 27 saltos de Damajagua y me lo apunté como “para hacer”. La experiencia fue INCREIBLE, menudo subidón de adrenalina. 
Son 27 cascadas sobre el río BajaBonico que puedes descender en 3 tramos (7-12-27) siempre acompañado de guía con casco y chaleco (recomendable llevar zapato cerrado). Nosotros elegimos el tramo de 12 saltos (2,5 horas aprox.), para el de 27 no había tiempo y el de 7 el ascenso y descenso es por el río. En el de 12 subes por la montaña y desciendes el río saltando entre las piedras, deslizándote por toboganes en la piedra, o saltando al vacío desde rocas de 5 metros.

No podemos mostrar fotos de nuestros saltos porque sin una mochila estanca es imposible llevar cámaras así que vamos a colgar fotos de los charcos que hemos encontrado en Internet.





Los 27 charcos, además es un proyecto de la comunidad de Damajagua, el dinero que se recauda con las entradas (340 DOP si no eres dominicano) se invierte en beneficios para la comunidad. Allí trabajan como unos 100 guías cuyo salario es el seguro médico que les pagan y las propinas que los acompañantes les dan.
Si vais a República Dominicana esto es un MUST, no hay que perdérselo. Es una pena que todo el turismo español prácticamente se queda en el sureste y no se acerca hasta aquí, contados turistas nos hemos encontrado y menos con un auto rentado, por determinadas zonas hemos estado completamente solos.

Próxima parada: Península de Samaná

1 comentario:

El Baúl de la Piquer dijo...

Perdón, que se supone que es un MOTOCONCHO???