De la península de Azuero pasamos a la región de Veraguas en el centro de Panamá.
Partimos de Santiago de Veraguas hacia al norte y llegamos hasta Santa Fé cruzando la Cordillera Central. Creo que no he visto pueblo en mi vida con tantos cruces en las calles. Esto unido a los escasos carteles y a las indicaciones de los locales, que no ayudan en nada, hizo que nos resultara verdaderamente difícil encontrar la Quebrada Mulabá.
La Quebrada no la encontramos pero por lo menos dejamos constancia de que cruzamos el puente sobre el río.
Desde Santa Fé ascendimos hasta el Alto de Piedra. Resultaba curioso observar el mapa y darte cuenta que el Caribe estaba a tus pies pero no había carretera por la que bajar, así que nos dimos media vuelta y otra vez nos pusimos a mirar al Pacífico rumbo hacia el sur de Santiago de Veraguas dirección Santa Catalina.
Así fue nuestra entrada triunfal.
Tormentón, casi de noche, corte de luz incluido y encima con poco dinero en efectivo. Los astros se habían alineado en nuestra contra, pero afortunadamente esa tarde habíamos llamado para confirmar por si las moscas en el Hotel Sol y Mar , regentado por Luis, un portugués que nos dijo que podíamos pagar con tarjeta cuando volviera la luz, siempre lo arreglan a las 3-4 horas, cosas de Unión Fenosa ...
Esa noche cenamos a la luz de las velas ...
y con el Pacífico a nuestros pies
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